«Boda y Mortaja… del cielo bajan» (2)

 

 

Os sitúo…

En la entrada anterior os hablaba de la consulta que me había hecho María, sobre sus repetidos fracasos en todas las relaciones amorosas que había intentado hasta el momento… Me hablaba de su convencimiento de que tales fracasos podían deberse a que la habían echado una maldición, o a que era un bicho raro… entre otras cosas… Y me preguntaba qué podía hacer para cambiar todo esto.

Asimismo, terminé emplazándoos para esta entrada, porque quería transcribir literalmente la respuesta que le había dado a ella…

Pues aquí va… Tal cual…

«No te compliques la vida… Lo mejor que puedes hacer es, precisamente, no hacer nada.

… Con el pensamiento de que todo va a acabar, tú misma te preparas para ello; ya que esa obsesión te lleva, irremediablemente, a cometer errores que desencadenan la ruptura.

… Te sugeriría que vivieras cada día como si fuera único, sin pensar en el siguiente. Aprovecha cada instante de felicidad, sin que te preocupe que se acabe; porque para que pueda venir otro momento feliz, tiene que haberse terminado el anterior; si no, no serían varios o muchos momentos felices; sólo sería uno.

… Cuanto más relajada te muestres en tus relaciones afectivas, mejor irán las cosas; porque al no forzar nada, lo que tenga que suceder ocurrirá por sí solo y con naturalidad.

… Por otro lado, también hay que tener en cuenta que la situación ideal de una mujer (o de una persona, en general) no tiene por qué estar precisamente en una relación de pareja. Hay mucha gente que tiene otros objetivos que les llenan por completo la vida, sin vivir pendientes de si están emparejados o no.

… Además, el que alguien se sienta plenamente realizado como persona es la única condición indispensable para vivir bien; tanto en el marco de una relación de pareja como fuera de ella.

… Así pues, independientemente de lo que sientas por esa persona con la que estás saliendo ahora, plantéate tus propias metas a nivel personal; ponle unos objetivos a tu vida, como mujer independiente que eres… o que debes ser… y encamínate hacia ellos.

… Lo demás vendrá solo… y sólo será un acompañamiento o un complemento a tu vida y al desarrollo pleno de ti misma como persona.

… Piensa en ti misma y por ti misma…

… No dejes que nada ni nadie te condicione.

… Que todo lo que hagas, lo hagas porque tú quieres hacerlo…

… El resto es accesorio… Un complemento agradable y satisfactorio… mientras lo sea, por supuesto… Pero nada más que un complemento.

… Y si tiene que venir, vendrá…

Porque, como dicen las abuelas… o las bisabuelas… que esto no es de ayer ni de antes de ayer, sino que se remonta a la «sabiduría popular» heredada desde el principio de los tiempos

… «Boda y Mortaja… del cielo bajan».

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