¿Por qué «curan» los Curanderos? (Segunda Parte)

 

 

Pues sigo…

Cuando algo nos parece difícil de explicar, tanto física como psicológicamente, decimos que es un fenómeno parapsicológico… Es decir, que va más allá de los límites psíquicos conocidos por el hombre…

Aunque, en realidad, Todo Se Queda En Casa… porque todo se concentra en nuestro cerebro y nuestro cerebro es parte integrante de nosotros mismos.

Cuando alguien se autosugestiona lo suficiente como para ir más allá de lo fácilmente explicable, lo que está haciendo realmente es poner en marcha otra mínima parte de ese noventa por ciento restante.

Nuestra mente se concentra de tal forma en ese objetivo tan concreto que, sin que sepamos cómo lo hace, empieza a activar los mecanismos adecuados que producen, sucesivamente, la energía o el impulso eléctrico, necesarios para actuar físicamente (o químicamente) sobre la zona afectada.

Una vez conseguida la puesta en marcha de este proceso, Absolutamente Natural, la consecuencia no se hace esperar… aunque califiquemos como Sobrenatural la curación obtenida.

Aparte de esas personas que conocen las plantas y sus efectos lo suficientemente como para saber mezclarlas y aplicarlas de forma adecuada…

… O de aquellas otras que saben efectuar determinados masajes en algunas zonas del cuerpo, que son muy beneficiosos para los problemas musculares…

… O de los que desarrollan técnicas milenarias muy efectivas, como la Acupuntura…

… Aparte, pues, de todos ellos, los Sanadores lo único que hacen, aunque con resultados espectaculares, es Sugestionar a sus pacientes para que estos mismos desarrollen sus propias capacidades mentales; las cuales, exclusivamente, serán las que les lleven a esa deseada Curación.

Y por eso precisamente, porque esta curación es tan Deseada, estos enfermos son más fácilmente sugestionables por los Intermediarios entre ellos mismos y su propia capacidad mental.

Del mismo modo que, por ejemplo, un niño necesita el estímulo de otra persona para desarrollar su capacidad lingüística, el afectado por una dolencia Cree Necesitar a ese Sanador… Aunque éste lo único que hace es Estimularle, Incitarle, Provocarle el clima y el estado emocional adecuados… para que explote su propia capacidad mental.

En ambos casos, en el del niño y en el del enfermo, sin embargo, y salvando las debidas distancias, la facultad, la capacidad necesaria para alcanzar semejante proeza, está ya en ellos mismos… Es Suya… No se la da nadie, ni se la pone nadie.

Somos lo que realmente queremos ser.

Alcanzamos lo que verdaderamente queremos alcanzar.

Nuestro gran problema es la Duda. Porque nos hace tropezar…

En el momento en que se nos cuela un mínimo «pero es que», un sutil «y si», o un tenue «no sé si»… ¡a la porra!

Se acabó lo que se daba… Y a volver a empezar.

El ser humano es Maravilloso… porque constituye una maravilla y sabe hacer maravillas.

El ser humano es Poderoso… porque puede… y puede poder.

Que nadie se apropie de nuestras capacidades (Aunque todos tenemos que vivir y tenemos derecho a hacerlo como mejor podamos)…

Que nadie nos quite nuestros Poderes…

… Y mucho menos, nosotros mismos.

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